Malika Favre
Malika llegó en 2018 a Barcelona, después de llevar más de 16 años en Londres, ciudad en la que empezó a trabajar por su cuenta a los 28 años. Se considera ilustradora y artista, una descripción que se ha ido definiendo con los años, la libertad y los clientes que ha ido escogiendo.
“La inspiración viene de la vida, de los viajes, de las cosas que te nutren del día a día. Lo digieres y cuando la necesitas, surge la magia y sale de dentro.”
“Si trabajas demasiado un día, al siguiente vas a ser inútil”, así se lo enseñaron a Malika Favre a los 20 años en un estudio de diseño en UK y así nos lo cuenta cuando empezamos a grabar la entrevista la última tarde de viernes de septiembre.
Malika llegó en 2018 a Barcelona, después de llevar más de 16 años en Londres, ciudad en la que empezó a trabajar por su cuenta a los 28 años. Se considera ilustradora y artista, una descripción que se ha ido definiendo con los años, la libertad y los clientes que ha ido escogiendo.
¿Cómo encontró su estilo?
Fue al irse del estudio de Londres cuando Malika detectó que tenía un estilo propio, hasta el momento había estado trabajando muchos estilos, adaptándose a lo que requerían los trabajos, pero ella tenía muy claro qué quería dibujar, la estética, el minimalismo, los espacios negativos… podía hacer otro tipo de estilos, pero no la llenaban.
¿Cuál es el proceso creativo de Malika Favre?
Malika entiende el proceso creativo como un músculo, por eso lo entrena y sigue una estructura. Su receta creativa tiene dos partes, la técnica y la mágica. Esta última es todo aquello que no se puede controlar: la intuición, las vivencias, la experiencia…
La parte más técnica está estructurada de forma muy clara: primero busca fotos en Google, navega buscando y recopilando, dejándose llevar. Colores, posiciones, luces… no hay presión.
Una vez hace este proceso, que puede durar hasta cinco horas, se pone a dibujar el concepto directamente en la tableta en blanco y negro. Ya tiene la idea y la forma, a partir de allí, menos es más. El resultado final será un dibujo en el que solo hay lo esencial para contar la historia.
El cartell de La Mercè 2021, la Barcelona escondida
Malika nos cuenta que está enamorada de Barcelona, una ciudad en la que no hace falta ir a un museo para ver arte, azulejos, balcones, puertas… cada vez que venía de visita se enamoraba de esto y el cartel era la oportunidad perfecta para sacarlo todo. Nos cuenta cómo eran las propuestas descartadas y qué necesidades tenía el briefing.
No os perdáis la entrevista entera dónde nos cuenta cómo llegó a la portada de The New Yorker, cómo es trabajar para una última hora y por qué tiene una asistenta.
Nos quedamos con la magia de Malika y con el consejo de su abuelo: “para ganar dinero tienes que saber perderlo”.